En esta ocasión estaremos leyendo el maravilloso libro “Los Salmos”, reconocido por muchos como el libro de “Alabanza y Adoración”, el cual está compuesto por hermosos poemas que expresan la profundidad de la relación con Dios, y que sirve para guiar al pueblo a acercarnos a Él.
Los Salmos son inspiraciones que nos enseñan a manifestar a Dios el propósito para el cual hemos sido creados, tal como dice Efesios 1:6 «para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado».
En relación al autor de los Salmos, fueron escritos por diferente autores inspirados por Dios, para componer los 150 bellos poemas de este libro magistral, entre ellos se pueden identificar a:
- El rey David escribió por lo menos 75.
- Asaf es responsable de 12
- Los hijos de Core contribuyeron con 10
- El rey Salomón compuso 2
- Moisés, Hernán y Etán cada cual escribió 1
- Anónimos 48
Es interesante destacar que los Salmos fueron escritos durante un período de aproximadamente mil años en la historia de Israel, época en la cual muchos de estos Salmos sirvieron como himnario en los servicios de adoración del pueblo. Y algo que no deja de sorprenderme en la organización que tiene el libro de los Salmos, pues los judíos dividieron ese libro en cinco secciones que se corresponden con el Pentateuco, los cinco libros de Moisés, esto así porque en cada grupo de ellos están asociados con las etapas que vivió el pueblo de Israel; esto será mejor entendido a medida que estudiemos este hermoso libro. Veamos:
- I) Salmos 1 – 41 Génesis
- II) Salmos 42 – 72 Éxodo
III) Salmos 73 – 89 Levítico
- IV) Salmos 90 – 106 Números
- V) Salmos 107 – 150 Deuteronomio
Todos los Salmos nos hablan acerca de nuestro Señor Jesucristo ¡Qué hermoso! Ya sean para alabarlo y adorarlo; como profetizando su primera venida, muerte y resurrección, así como segunda venida, que tanto esperamos los que amamos al Señor, !Maranatha, Cristo viene!
Este hermoso libro fue descrito por Juan Calvino como “la anatomía de todas las partes del alma”, algo con lo que estoy muy de acuerdo, pues ha sido de aliento, consuelo, refrigerio, y gozo a muchos de nosotros durante las diferentes situaciones que hemos atravesado en nuestras vidas. Asimismo otros llaman a este libro el “jardín de las Escrituras“, ciertamente que linda y certera descripción.
Amados hermanos y amigos, se que muchos de ustedes, al igual que yo, han desbordado sus sentimientos al leer un salmo y se han enamorado mas de Dios; definitivamente hemos sido atraídos con cuerdas de amor, pues es un libro que en cual encontraremos consuelo, esperanza, gozo, cuando estamos enfermos, en fin, siempre somos tan bendecidos a leer los Salmos. Recuerdo que hace cerca de 15 años atrás estaba pasando por un torbellino en mi vida y antes de acostarme leía un Salmo, me detenía a deleitarme leyendo una y otra vez. Anhelaba que llegara la noche para tomar lo que yo llamaba “tiempo de refrigerio para mi alma”, y eso me llevó a escribir un devocional por todo un año, nunca lo publiqué (a lo mejor ahora es el tiempo), pero aún conservo ese manuscrito conmigo y al verlo me recuerdo que maravilloso es mi Dios, como con Su mano poderosa cambió mi lamento en baile, y le entregue palabras de amores, de adoración de alabanza que salieron de lo más profundo de mi corazón.
Pues bien, dispongamonos a deleitarnos leyendo este maravilloso libro, el cual tiene 150 capítulos; y que nuestra boca y corazón se llene de alabanza y adoración a nuestro amado Dios, Rey y Señor.
Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.
Dios les bendiga,
Sandra Elizabeth Núñez