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Presentación

Mi nombre es Sandra Elizabeth Núñez, una sierva apasionada por mi Señor Jesucristo, sinceramente soy Su esclava por amor; quien espera y anhela Su Segunda Venida en busca de Su amada iglesia. 

Mi ciudadanía es celestial, pero en este plano terrenal nací en República Dominicana, mi amada patria.  Actualmente vivo en mi patria adoptiva, Estados Unidos de América, en el hermoso estado de la Florida.

Asimismo, soy hija; madre de dos jóvenes que aman y les sirven a nuestro Rey y Señor Jesucristo; abuela de una linda niña de dos años, quien ha llenado mi vida de tantas alegrías. También tengo  cinco hermanos biológicos y muchos  hermanos y amigos en la fe, quienes realmente son de tanta bendición a mi vida. En fin, estoy rodeada de mi familia, hermanos y amigos en la fe;  motivo por el cual tengo un corazón henchido de amor.

Desde que acepté al Señor Jesucristo como mi Salvador y me bauticé, he estado amparada bajo la cobertura de la iglesia ‘Cristiana Evangélica’;  esa historia comenzó siendo yo una adolescente de 13 años,  pero lastimosamente a los 18 años me aparté de mi Dios, fue una penosa situación, pero años más tarde como el hijo pródigo regresé  a los brazos de mi Padre Celestial, y esa ha sido mi mayor bendición.

Pues bien, desde el momento que me reconcilié con mi Padre Celestial por medio de mi Señor Jesucristo, hace más de 20 años, he escudriñado la Biblia, buscando incesantemente tener un conocimiento cada vez mayor de mi Dios, a fin de vivir una vida agradable a Él y poner por obra Su voluntad. Tuve el privilegio de ser acompañada en esa hermosa jornada de estudio de la Palabra por un grupo de hermanos, quienes en el día de hoy continúan en este caminar en la fe, algunos como pastores, algunos ejerciendo funciones  ministeriales en la iglesia y otros siendo siervos fieles y predicando a Dios con sus vidas, ya sea en su familia, áreas de trabajo o por doquier; es decir, sirviendo de obreros de Dios para que otros vengan al Camino, la Verdad y la  Vida, nuestro Señor Jesucristo; en fin, la mayoría de ese grupo permanecemos siendo  colaboradores en la obra de Dios, y eso gracias a nuestro Dios trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Por circunstancias de la vida, y los designios  que tiene mi Señor conmigo, abandoné el mundo empresarial donde laboré como Licenciada en Contabilidad con Master en Calidad Total, siendo mi especialización la «Consultoría de Negocios y Desarrollo Organizacional».  A través de esa profesión pude colaborar con varias iglesias, apoyándolas en su proceso de organización administrativa, por supuesto bajo los preceptos  de la Palabra de Dios e integración de los conceptos administrativos requeridos acorde a las leyes estatales.

Durante el tiempo que estuve apoyando a las iglesias y teniendo  contacto con los ministros y hermanos de esos organismos fui invadida de la gran pasión y admiración que sentían ellos por nuestro Señor Jesucristo. Fueron ellos, principalmente tres pastores y sus esposas, quienes me iban impregnando y enseñando de las tantas verdades contenidas en la Palabra de Dios; y cada uno de ellos marcaron mi vida ayudándome en mi crecimiento espiritual.  Me enseñaron tanto de la Palabra de Dios, enseñanzas que penetraron en mi corazón hasta inundarlo del anhelo de cumplir con la Gran Comisión, acorde al mandato dado por nuestro Señor Jesucristo, «Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones…», (Mt 28:19NTV).