Proverbios, clasificado como un libro de poesías, es una obra compiladora de los más hermosos consejos de sabiduría que nos guiarán al conocimiento de nuestro Dios y a poder vivir la vida victoriosa que el Señor Jesucristo nos vino a regalar.
La palabra “proverbio” es una traducción de la palabra hebrea “mashál” que significa máxima, refrán, símil, dicho, discurso. Por lo que puedo definir “proverbio” como frase breves que nos ayudarán en nuestra conducta moral y espiritual, teniendo como fundamento el respeto a Dios, ya que esas frases sencillas están orientadas a ser declaradas por aquellos que tienen “temor de Dios”. Ese maravilloso libro reúne frases que pueden ser aplicadas a todas las etapas nuestras, abarcando toda nuestra vida como ente social, es decir dentro de sus temas están, la conducta, el matrimonio, el trabajo, el dinero, la sexualidad, etc., entre muchos otros más.
Como sabemos David le cedió el trono a su hijo Salomón, quien al llegar a ser rey le dijo a Dios: «Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande? Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey, sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti», [2 Crónicas 1:10-12].
Ciertamente nunca nadie ha sido tan sabio como Salomón, excepto Jesús. Podemos ver a Jesucristo en el libro de Proverbios como la “sabiduría” misma, según en Juan 1:1 «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios» «…¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!», [Juan 7:46]. Si amados hermanos y amigos, es en Cristo donde están escondidos todos los tesoros de la sabiduría, tal como dice Colosenses 2:2-3 «para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento».
Según orientaciones dadas por eruditos de la Palabra, entiendo que este libro puede ser considerado este libro como el relato de la historia de un joven que sale de su casa a recorrer el camino de la vida, y durante esa travesía se le presentan dos caminos a escoger, uno es el de la sabiduría y otro el de necio, obteniendo la bendiciones del Altísimo si escogiere la sabiduría, en contraste con dolor y vergüenza si la rechaza y escogiere el camino de necedad.
Resulta interesante que algunos teólogos identificaron que este libro contiene el breve bosquejo de algunos personajes de la Biblia, los cuales podremos identificar durante nuestras lecturas diarias. Asimismo, también estoy segura que nosotros encontraremos fácilmente proverbios que nos quedan justo a la media a cada uno de nosotros y las circunstancias que hemos atravesado.
Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.
Dios les bendiga,
Sandra Elizabeth Núñez