Esta hermosa promesa es dada luego de la exposición de que «existe un tiempo apropiado para todas las cosas», [Ecl 3:1-10]. Muy a pesar de que los seres humanos en su mente limitada no puedan comprender que todo lo que Dios hizo es “hermoso para el momento oportuno” y así el hombre debiera percibirlo.
En el tiempo de Dios las obras de Sus manos están en armonía con Su plan divino, en el momento más conveniente según Su voluntad perfecta y en el orden de los designios de nuestro amado Dios; siendo esto tanto en los momentos de gozo, paz y refrigerio como en los tiempos de adversidades, tristezas y quebrantos; tiempo de frío o de calor; de luz o de oscuridad. En contraste, el hombre pone fuera de tiempo y orden los asuntos terrenales, [Mateo 6:25]; y es que la inmensidad del mundo, ya sea de la creación o divina providencia de Dios, no puede ser abarcada por la capacidad mental del hombre, quien tiene una vida tan corta por lo que solo puede investigar y descubrir una pequeña parte de la perfecta creación de Dios.
Pues bien, hoy agradecemos a Dios que muy a pesar de todo, a Sus hijos nos dio la capacidad para comprender la creación del mundo, la cual refleja Su sabiduría [Romanos 1:19 -20]; y en este caso estoy hablando de que somos reconocedores de los atributos de Dios por la expectación del orden creado, y por eso sabemos que el mundo NO se hizo solo por un bing bang, lo hizo Dios; y asimismo sabemos y creemos firmemente que los seres humanos fuimos creado por Dios, NO venimos de una evolución.
Mis amados hermanos y amigos, Dios sembró la eternidad en el corazón humano, aunque no alcancemos a comprender la obra de Dios de principio a fin, ya que Él puso también limitaciones, porque hay algunas obras misteriosas de Dios, las cuales nadie puede plenamente comprender tal como expresa Job 11:7 «¿Descubrirás tú los secretos de Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso?».
Dios permitió que el hombre tuviera al mundo en sus corazones para que entienda que éste nunca lo podrá satisfacer, y esto lo afirma Eclesiastés 1:2 «Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad». Pero Él también ha puesto en el corazón del hombre anhelos de verdades eternas, a pesar de estar inmerso en preocupaciones de cosas terrenales «Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas», [Mateo 6:33].
En conclusión, que maravilloso es nuestro Dios que creó el plan de redención y es solamente a través de creer en Cristo como el Salvador, que el hombre tendrá ‘vida eterna’ «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna», [Juan 3:16].
Amados hermanos y amigos, cuando observamos la obra de Dios nos vemos obligados a decir:
– «¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?», [Romanos 11:33-34].
-«¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado», [Apocalipsis 15:4].
Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.
Dios les bendiga,
Sandra Elizabeth Núñez
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