Este es un hermoso libro de poesía amor, donde se muestra una ilustración de Cristo y Su iglesia, representados ambos por el rey y la sulamita, respectivamente. La narración de este libro inicia con el cortejo de dos enamorados, quienes esperan deseosos ser bendecidos por Dios.
Asimismo los judíos los consideraron un libro de poesía del amor entre el esposo y la esposa, exaltando la pureza, romance, belleza y santidad del matrimonio entre un hombre y una mujer, tal como fuera diseñado por Dios en el huerto del Edén (Gn 2:24); y contrario a la lastimosa distorsión de la sexualidad de hoy día; por esta razón fueron muchas las trabas para aceptar que este libro fuera parte del Canon bíblico, así como permitir que los jovencitos de cierta edad pudieran leerlo.
Pues bien, los judío entendían que existía una naturaleza erótica en el libro, pero con el pasar de los años y la asociación de Cantar de los Cantares con el rey Salomón, tal como expresa el versículo 1:1, varón de Dios habilidoso en la composición de canciones [1 Reyes 4:32 y Salmos 72 y 127]. Las interpretaciones rabínicas y cristianas, terminaron por mitigar el tono sensual del libro e identificar definitivamente un ‘retrato del amor de Dios por Israel”, aceptando sin lugar a dudas ese libro como un ‘escrito santos’ por lo cual pasó a formar parte del Antiguo Testamento.
En muchos eruditos de la Escrituras consideraron que Cantar de los Cantares trata de forma alegórica sobre el amor de Dios por Su pueblo, Israel; y así como también el amor de Cristo por Su iglesia. Esos estudiosos de la Biblia, ven en el este hermoso libro una ilustración de Cristo y Su iglesia, representados ambos por el rey y la Sulamita, respectivamente.
La narración de este libro inicia con el cortejo de dos enamorados, quienes esperan deseosos ser bendecidos por Dios. Amados hermanos y amigos esta es una hermosísima historia de amor de la cual en esta ocasión no haré un breve resumen para que ustedes mismos en sus lecturas puedan descubrir la belleza de la narración y aplicarlas a sus vidas; puesto que allí encontraremos.
Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.
Dios les bendiga,
Sandra Elizabeth Núñez