Los gálatas estaban renunciando a la libertad que por gracia Cristo les había regalado, todo para servir nuevamente a la ley, y es esa la razón por la cual el Apóstol Pablo les escribe esta maravillosa epístola, llamada por algunos eruditos de la Palabra:
- “La Carta Magna de la de la iglesia primitiva”: Por ser considerada un documento que representa todos los deberes y derechos de los que goza la iglesia. Es decir, un libro a favor de la libertad cristiana, en oposición de las enseñanzas de los judaizantes, quienes insistían en que el cumplimiento de la ley ceremonial era una parte fundamental del plan de salvación.
- “Carta de la libertad cristiana”: Destaca la libertad de la ley y la vida cristiana.
- “El libro de Martín Lutero”: Ya que fue utilizado por él para contrarrestar las prácticas papal de “las ventas de indulgencias”, produciendo así las 95 Tesis de Lutero, las cuales fijó en la puerta de la iglesia de Wittenberg en Alemania el 31 de octubre de 1517. Esas tesis trajeron consigo “la Reforma Protestante” siendo su temática “que somos justificados por la fe”.
Esta extraordinaria Epístola a los Gálatas tuvo varios propósitos, entre ellos:
- Pablo defender su autoridad como Apóstol y el Evangelio
- Declarar la “doctrina de salvación solo por fe”
- Mostrar que el cristiano es libre de la maldición de la Ley.
- Enunciar la libertad del cristiano quien vive por la gracia de Dios
- Manifestar que nuestra gloria es “la cruz”, según lo expresado en Gálatas 2:20 «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí».
- Exponer que por el poder del Espíritu Santo los cristianos producen el fruto del Espíritu el cual evidencia la cosecha de una vida victoria en nuestro amado Señor Jesucristo [Gálatas 5:22-23].
La gran enseñanza impartida por el Apóstol Pablo en este libro es que Cristo nos ha dado libertad a todos los que en Él creemos según lo expresado en Gálatas 2:16 «sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado»; y Juan 8:35 «Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres».
Mis amados hermanos y amigos es un motivo de regocijo para los que hemos leído este libro saber que “la salvación es un don de la gracia de Dios”. Ninguno de nosotros alcanzamos ese regalo invaluable de nuestro amado Señor Jesucristo a quien le ha placido llenarnos de esa bendita gracia inmerecida.
Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones le sirva a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.
Dios les bendiga,
Sandra Elizabeth Núñez