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El apóstol Pedro inicia su primera epístola identificándose como testigo de los sufrimientos de nuestro Señor Jesucristo [5:1]; lo que aunado a los discursos que también se repiten en el libros de los Hechos y que se atribuyen a él, nos dan la certeza de que las epístolas 1º y 2º de Pedro fueron escritas por ese apóstol.

Hago la mención anterior puesto que 2º Pedro, ha sido el libro del Nuevo Testamento que ha sido más cuestionado en cuanto a su paternidad literaria. Una de las razones para ello es porque algunos académicos consideran que el griego de esa epístola es demasiado exquisito para venir de un hombre ‘sin letra e indocto’ [Hech 4:13], el apóstol Pedro, para ellos un simple pescador de Galilea; dudando de que él tuviera capacidad para dominar el estilo del griego presentando en dicho libro.

Es interesante decir dos cosas, primero que para Dios nada es imposible, Él hace nueva todas las cosas, nos capacita para las tareas que ha de darnos; es decir nos prepara, y así hizo con el apóstol Pedro, quien escribió sus epístolas aproximadamente 30 años después de Cristo, lo que le permitiría que refinara su dominio del idioma griego, pues el hecho de considerarlo ‘iletrado’ no significa que nunca tendría la capacidad de adquirir mayor habilidad en dicho idioma.

Amados hermanos y amigos, lo anterior me lleva a pensar en las tantas cosas que nosotros como cristianos debemos mejorar en nuestro crecimiento espiritual, y aquí podemos aferrarnos a lo que dice Filipenses 4:13 (NTV) «Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas».

Otra razón por el cual algunos dudan de que la paternidad literaria 2º de Pedro se atribuya al apóstol Pedro es debido a que siendo él precisamente uno de los ‘doce discípulos’ hiciera pocas referencias a las enseñanzas del Señor Jesús; no obstante a eso, al leer la primera carta se nota la influencia de Jesús en la misma, y eso lo podemos notar en algunos versículos, por ejemplo 1º Pedro 2:12, y Mateo 16; así como 1º Pedro 3:14 y Mateo 5:10-12.  En ese aspecto es necesario tener el conocimiento de que el propósito del apóstol Pedro no fue presentar un despliegue de las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, sino mas bien animar a los recipientes de la mismas, quienes eran cristianos que estaban sufriendo el destierro y la dispersión a través de las cinco provincias de lo que hoy es Turquía [1º Pe 1:1].

En el capítulo 1 encontraremos una recopilación de los versos donde se nos ‘llama a ser santos’ [1 Pe 1:13-25]; y sinceramente a mi como cristiana estos versos me inspiran a disponerme a cumplir con ese importante llamado, confesando que ciertamente es todo un desafío debido en mi naturaleza humana pero por amor a Dios y por anhelar hacer Su voluntad se convierte en un deleite, tal como dice Salmo 40:8 «Dios mío, me deleito en hacer tu voluntad, y tu Ley está en medio de mi corazón».

«Pues las Escrituras dicen: «Sean santos, porque yo soy santo», [1º Pe 1:16]; sabemos que nosotros ya tenemos ‘la Santidad Posicional’ desde el mismo momento en que aceptamos a Cristo; y luego pasamos a la ‘Santidad Práctica’: Esta es la santidad que el creyente logra alcanzar mediante el crecimiento espiritual, y es la que debemos de mantener delante de Dios, [Heb 12:14]. Es la etapa en la que estamos nosotros actualmente. Es bueno recordarles que existe ‘Santificación Total’: Esa es nuestra transformación, cuando el Señor venga por Su pueblo y estemos con Él, [1º Tes 3:13].

Por otro lado, la experiencia cristiana de los destinatarios de esta carta no era solamente de situaciones dolorosas, también había experiencia de mucha bendición, algunas resultantes de las difíciles pruebas por las que atravesaban, [1º Pe 3:14, 4:13].

Es importante que la epístola 2º Pedro se escribe debido a su desazón contra la pureza de la fe; cerca de dos años después de la 1º Pedro; así como las advertencias de falsos maestros, quienes son un peligro espiritual [2:1-3].

El apóstol habla de la conducta correcta ante los tiempos de sufrimiento ya sea por percusión o por haber hecho el mal. Asimismo insistió en perseverar con expectativa el regreso del Señor debe motivar a los creyentes a vivir una vida santa [3:11-14], manteniendo la esperanza de ser partícipes de la gloria del Señor. A su vez habla de la importancia de alcanzar el conocimiento de la Palabra de Dios para ser protegidos de los falsos maestros, sobre todo de aquellos que niegan el regreso de Jesucristo.

En fin, esta epístola concluye desafiando a los creyentes para que continúe creciendo en la gracia y en el conocimiento del Señor Jesucristo.  Rogamos a Dios para que ese siempre sea el anhelo de nuestro corazón.

Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.

Dios les bendiga,

 

Sandra Elizabeth Núñez

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