«Y cantaban, alabando y dando gracias a Jehová, y diciendo: Porque Él es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel. Y todo el pueblo aclamaba con gran júbilo, alabando a Jehová porque se echaban los cimientos de la casa de Jehová», [Esdras 3:11].
Todos sabemos que el Señor desea que seamos agradecidos, un ejemplo de esto lo podemos ver cuando un solo de los diez leprosos que Él había sanado fue y le dio “gracias” y «respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?» [Lucas 17:17].
Es un privilegio poder expresar nuestra gratitud a Dios ya que son muchas las razones que tenemos para agradecerle tanto favor. Debemos asumir una actitud de gozo, si de “agradecimiento”, al momento de comunicarnos con El a través de la oración, cada uno de nosotros podemos decirle palabras como estas:
Son tantas las razones por las cuales tengo que darte gracias, entre ellas:
- Por mi vida, porque me escogiste para ser tu sierva, tu hija.
- Por poder disfrutar de la creación tan hermosa que hiciste para mi deleite.
- Por mi familia completa, fuente de gran bendición.
- Por mi salud y cada parte de mi ser integral, cuerpo, alma y espíritu.
- Por todo lo que me has dado y lo que ha quitado, pues sé que todo me ayuda a bien.
- Por mis aflicciones, pues cuando las deposito a tu pies confiando que “Tú tienes el control” [Salmos 46:10], puedo ver como allí: tú me muestra Tu poder, me ayudas a incrementar mi fe; me inundas de tu paz; me fortaleces en mi caminar cristiano; pero sobre todo, me recuerdas tus palabras “confiad, yo he vencido al mundo” [Juan 16:33].
- Dios de maravillas quiero agradecerte todo lo que haces por mí, sobre todo por tu fuente inagotable de amor, por lo cual me hiciste tu hijo y hoy te puedo llamar ‘Padre’.
- Te doy gracias mi dueño y Señor por tu infinita misericordia, con la cual me revestiste de tu amor y hoy tengo acceso para presentarme ante a ti, sí ante ‘el trono de la gracia’.
- Deseo agradecerte mi Dios dediques tiempo para prepararme a mí y regalarme una vida nueva en ti.
- Una vez más me siento tan agradecida de estar a tu lado, de amarte y sobre todo de saber que en mi fragilidad tu poder santo se perfecciona.
- Te amo Señor y estoy agradecida porque sé que me escogiste para estar contigo y me proteges bajo tus alas. Cuan misericordioso eres Padre amado!
- Hoy más que nunca reconozco el enorme agradecimiento que siento de estar en tu camino, puedo ver cómo todo tú lo has tenido bajo tu control. Me lleno de gozo por amarte tanto mi Señor.
- No me cansaré de agradecerte tanto favor. Gracias Señor por todo lo que has hecho por mí. Que mi agradecimiento sea siempre con palabras hacia ti, pero también con actuar, con mi testimonio.
- Te agradezco todo lo que soy por siempre mi Rey. A ti Dios eterno, la gloria, la honra y el honor.
Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito “desde mi perspectiva particular” en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.
Dios les bendiga,
Sandra Elizabeth Núñez