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8.1 Solteros Viviendo en Santidad

Amados hermanos:

Les comparto este estudio específicamente para solteros, el cual al momento de hacerlo este estudio, como soltera que soy, fue de muchísima bendición a vida, por lo que espero que también sea para cada uno de ustedes. (Tiene muchas partes que servirán de provecho y edificación también a los que están casados).

Deseo aclarar que el contenido que mostraré en esta enseñanza, refleja mi punto de vista, según la Biblia, y en ningún momento pretendo inferir en sus formas de pensar. Lo único que pido al Espíritu Santo, quien es Él que inspiró las Sagradas Escrituras les revele con Su sabiduría la Verdad.

Como sabemos debemos estar listos para el encuentro con nuestro amado Señor y Salvador, y por eso tenemos que vivir en santidad  tal como declara el apóstol Pablo en su carta Hebreos 12:14,  «Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”. Y cuando hablamos de ver al Señor no me estoy refiriendo a Su Segunda Venida; habló acerca de  no ver a Cristo actuar a su favor, por lo tanto no habrá paz en su corazón, y no verá al Señor hacer los cambios en su vidas».

Entonces muchas personas dicen “es imposible alcanzar la santidad”, y eso lo dicen porque entienden que el único santo es Dios. Ciertamente, la ’santidad absoluta’ solamente la tiene Dios, pero el Espíritu Santo nos permite alcanzar la ’santidad humana’, es decir apartarnos para Dios, y a eso se le llama la ‘santificación’. Solamente teniendo una disposición a hacer la voluntad de Dios en todo no es suficiente, es decir de  la disposición a hacer ‘algo’ –a-  ejecutar la acción para lograr ese ‘algo’, hay un gran trecho. Para expresarme mejor, te pongo un ejemplo, no es lo mismo estar dispuesto a ponerte una camisa blanca que  tener puesta la camisa blanca. 

Nuestro anhelo es vivir una vida en santidad, deleitándonos haciendo la voluntad de Dios [Salmos 40:8] y apartados de las cosas del mundo que a Él les desagradan y por ende que no nos edifican, para así estar con nuestras vestiduras de lino fino resplandeciente [Apocalipsis 19:8]. 

La santidad es permitir que el Espíritu Santo nos vista de la santidad de Dios; y eso Él solamente lo hace en los hijos que viven apartados para Dios.  Entonces mis amados hermanos, vistámonos siempre con la santidad de Dios.

Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones le sirva a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.

Dios les bendiga,

Sandra Elizabeth Núñez

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