Continuando con el tema que les he estado compartiendo últimamente, ‘Solteros Viviendo en Santidad’, en esta ocasión me estaré refiriendo a la principal necesidad de la mujer dentro de una relación con su pareja, según el cristiano y consejero matrimonial, Dr. Willard F. Harley en su libro con fundamentos cristiano «Lo que él necesita, lo que ella necesita”, dato obtenido mediante las consultas gratuitas otorgadas a cientos de parejas, con las cuales pudo recopilar esa información que dice que la mujer no puede estar sin ‘Afecto’, esa es su primera necesidad, es lo que más anhela “ser amada”, es por eso que la Biblia expresa:
- Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella, [Ef 5:25 NTV].
- Así los maridos deben amar a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa, a sí mismo se ama, [Ef 5:28RVG].
Pues bien, mis comentarios están dirigidos especialmente a las solteras adultas que tiene una edad apta para estar casadas, a quienes les hago mención de la necesidad de ‘afecto’ para relacionar el tema de la ‘pureza sexual’.
Les vuelvo a repetir que Dios nos declara Su voluntad de acuerdo a la conducta que debemos tener con respecto al sexo, el cual debe ser practicado únicamente dentro del contexto limitado y particular del ‘matrimonio entre un hombre y una mujer’, convirtiéndoles así en ‘una sola carne’; entonces en esta ocasión deseo iniciar comentándoles con respecto a la pureza sexual de la mujer (esto también incluye a los hombres). Considerando que para muchas mujeres el ‘afecto’ es su primera necesidad, escogí los versículos mostrados en la imagen, ya que definitivamente los podemos relacionar con ‘pureza sexual’, veamos:
1. «Prométanme, oh mujeres de Jerusalén, que no despertarán al amor hasta que llegue el momento apropiado», [Cnt 8:4NTV].
Con lo anterior en mente es importante que entendamos que el amor no debe ser empujado por la impaciencia, que por más que deseemos dejar de ser solteras nunca debemos permitir que se acerquen a nuestras vidas las estafas emocionales provocadas por la desesperación, los malos consejos o por el supuesto título de ‘solterona’; en fin por el propio corazón engañoso o por las artimañas del enemigo de las almas, Satanás, que el Señor lo reprenda.
La mujer no tiene que provocar a que la conquisten o ocupar el lugar de cazadora, el hombre correcto llegará acorde a la voluntad de Dios, pero la mujer debe estar integra y completa para poder ser la ayuda idónea que un día el Señor unirá al hombre conforme a Su corazón, aquel que Él ha escogido para ella.
Particularmente yo pienso, como cristiana, que en Su tiempo Dios une a dos personas y perfeccionará esa relación, hasta llevarla a la madurez óptima que les permita dar el paso al matrimonio, pues bien dice en Su Palabra: «estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo», [Fil 1:6RV60].
2. «La mujer que no está casada y la virgen se preocupan por las cosas del Señor, para ser santas tanto en cuerpo como en espíritu; pero la casada se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido», [1º Co 7:34RV60].
Muchísimas mujeres viven lamentándose por estar solteras, oprimiendo sus vidas con el pensamiento de que deben casarse, empero en este versículo el apóstol Pablo nos dice que la mujer soltera tiene el privilegio de ocuparse de servir a la obra de nuestro Señor Jesucristo, y este con el objetivo debe consagrarse para Dios tanto en cuerpo como en espíritu; esto nos habla de pureza, de estar apartadas para Él.
3. «¡Jardín cerrado eres tú, hermana y novia mía; ¡jardín cerrado, sellado manantial!», (Cant 4:12NVI).
En las canciones de amor de los Egipcios la mujer es descrita metafóricamente cómo un jardín con todo tipo de hermosas plantas, siendo ese un lugar de deleite. Al hacer la comparación de la novia con un “jardín cerrado” el rey Salomón está alabando la virginidad o pureza sexual de la mujer; lo cual hoy día en el mundo permisivo que vivimos, es irrisorio, anticuado y hasta sorprendente que la mujer mantenga estatus semejantes, sin embargo nuestro Dios que establece las normas de comportamiento de los solteros ha dejado escrito en Su Palabra, que el “jardín debe estar cerrado y sellado manantial”; recordemos que el escenario donde se escribió ese versículo corresponde a países donde el agua es escasa y preciada como un tesoro; es decir que la exclusividad para deleitarse en ese jardín es cuando se está casado.
4. «Porque se ha manifestado la gracia salvadora de Dios a todos los hombres, que nos enseña a que, renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas, vivamos con sensatez, justicia y piedad en el siglo presente, aguardando la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo; el cual se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese suyo, fervoroso en buenas obras», [Tito 2:11-12NTV].
Tenemos la inmensa bendición y el gran privilegio del favor gratuito de Dios por medio del cual nos ha otorgado el plan de redención, y asimismo a puesto Su Palabra en nuestros corazones, y nos ha ‘enseñado’ que por Su gracia los cristianos hemos sido amonestados amorosamente de cómo comportarnos para agradarle a Él y vivir bajo la gracia de Dios.
La mujer es un ser anhelante de afecto por lo tanto debemos cuidar sus oídos y corazón, debemos evitar toda contaminación, renunciando a las pasiones mundanas, viviendo en obediencia a nuestro Dios, y preservado nuestro estado de estar orientado a la santidad, porque ya no somos esclavos del pecado, pues hemos sido purificados de la influencia que ejerce el pecado en nuestras vidas en la magnitud que vamos evolucionando para que “Hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo”, [Ef 4:15LBLA].
Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.
Dios les bendiga,
Sandra Elizabeth Núñez