Este pasaje nos muestra las diferentes facetas de una relación sentimental, o sea de un noviazgo. Veamos:
HERMANA MÍA: Esto nos dice que debemos ser hermanos en la fe, es decir cristianos. Debe existir amor fraternal, entre esos hermanos.
AMIGA MÍA: Una vez ya están identificados como cristianos, entonces debe pasar al próximo nivel, ser ‘amigos’.
PALOMA MÍA (Amistad especial, novio/novia): Esa etapa se da solo sí brota un interés especial por la otra persona, si da sí se llegan a enamorar. Es decir sería una hermosa amistad sí han considerado que se gustan y que existen idoneidad que los lleva a desear tener un proyecto de vida juntos.
Por la palabra ‘paloma’, esa palabra es figura del Espíritu Santo; también significa pureza. Además es símbolo de ‘humildad’; entonces puedo decir que, ‘Paloma mía’, nos habla de que los novios están dispuestos a asumir un compromiso, basados en tener una relación de pureza delante de Dios.
La pareja cuando deciden ser novios, deben estar enfocados a conocer sus almas (asiento de todas nuestras emociones), de manera tal que durante el proceso aprendan a comunicarse, conocer sus gustos, sueños, etc., en fin a tenerse confianza. Queda claro que únicamente si el noviazgo es efectivo, se rebasan las pruebas que se presentan en el camino, entonces se piensa en ir al próximo paso que es el ‘compromiso’.
PERFECTA MÍA: Esta es la última etapa, aquí la pareja tiene la convicción de que lo que inició como una emoción realmente se ha convertido en amor, por eso toman la decisión de establecer su pacto de matrimonio ante Dios.
Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.
Dios les bendiga,
Sandra Elizabeth Núñez