Como habíamos visto anteriormente, el Candelero en el Tabernáculo es tipo del Espíritu Santo y de Jesús como la luz de mundo. Era la única luz que alumbraba en Lugar Santo, y esas llamas del candelabro representan las diferentes manifestaciones del Espíritu de Jehová.
Isaías 11:2 nos revela una de las más hermosas profecías, nos habla directamente de nuestro Señor Jesucristo, diciendo que el Espíritu de Dios ungirá y dará poder al Mesías «Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido …», [Lucas 4:18]. Recordemos que «Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él», [Mateo 3:16]. Es decir esto nos expresa la unción divina de Cristo como de la plenitud de Su poder, debido a que es poseedor de las siete manifestaciones del Espíritu de Dios en su total plenitud.
Asimismo, vemos la magnificencia del Espíritu de Jehová, la cual se expresa con tres pares de manifestaciones, las cuales están relacionadas con:
– El Intelecto: espíritu de sabiduría e inteligencia.
– La habilidad: espíritu de consejo y de poder.
– Lo divino: espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
Pues bien, las manifestaciones del Espíritu de Jehová están asociadas al carácter que debía tener “un rey”, y siendo Jesucristo nuestro «Rey de Reyes» sobre Él reposan todas esas cualidades, llevándole a tener un reinado de “victorias” gobernado con una capacidad inigualable.
Amados hermanos y amigos, es bueno saber que la diversidad de manifestaciones del Espíritu de Dios, puede revelarse en el ‘creyente en Jesucristo’ cuando es impactado por el poder de Dios a través de vivir en santidad, es decir siendo un deleite agradar a Dios haciendo Su voluntad, tal como expresa el Salmo 40:8 «El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón».
Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.
Dios les bendiga,
Sandra Elizabeth Núñez