La carta a los ‘Romanos’ es reconocida como una presentación sistemática del ‘Evangelio de Jesucristo’, del cual el Apóstol Pablo predicó incansablemente; de hecho, fue el responsable de la dispersión del cristianismo a todo lo largo y ancho del imperio romano.
La epístola a los Romanos es la manifestación más exhaustiva del Evangelio en toda la Biblia, considerada como el manual doctrinal del cristianismo. Su tema principal es “la justicia de Dios”. Asimismo allí se registran casi todos los elementos de la cosmovisión cristiana, siendo estos: Dios; rebelión – pecado; pacto – redención – el plan de salvación; iglesia – vida cristiana; la fe – la gracia; la justificación – la santificación. En resumidas cuentas, esta epístola o carta es el más detallado libro relativo a la salvación de los cristianos, siendo considerado por muchos eruditos como el compendio doctrinal más importante del Nuevo Testamento; de hecho algunos lo han llamado “El monte Everest de la teología cristiana”.
Este libro es un tremendo y extenso argumento teológico de cómo los pecadores arrepentidos son ‘justificados por la fe’ en Jesucristo para su salvación acorde al plan de la Vida Eterna. Y es precisamente la doctrina de ‘justificación por la fe’ en la que Martín Lutero se afianzó en contra de las indulgencias eclesiástica de esa época.
Martín Lutero dijo del libro de Romanos: “La epístola a los Romanos es la verdadera pieza maestra del Nuevo Testamento y el más puro evangelio. Es digna de que todo cristiano no solo la sepa de memoria, palabra por palabra, sino también de que se ocupe en ella como su pan cotidiano del alma. Pues nunca puede llegar a ser leída o ponderada lo suficiente; y cuanto más se la estudia, tanto más preciosa y apetecible se vuelve.”
En fin el libro de Romanos es un extenso argumento teológico sobre cómo pecadores injustos pueden ser recibidos por Dios, es decir justificados. Las verdades teológicas de la doctrina de la ‘Justificación por la fe’ son presentadas en los capítulos 1-11; los capítulos del 12 en adelante exponen los principios prácticos de la vida cristiana.
Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones le sirva a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.
Dios les bendiga,
Sandra Elizabeth Núñez