Saltar al contenido

8.1.4 Solteros

La palabra ‘Soltero’ [1ª Co 7: 8, 9, 11, 32, 34], es traducida del griego (G22) «agamos», que se refiere específicamente a un hombre soltero o viudo. En español la palabra “soltero” viene del latín «solitarius», que significa el que no está casado. Esa palabra en inglés significa solitaria.

Muy a pesar de que estamos solteros, sencillamente ese estatus no significa que seamos personas “solitarias”, ya que estamos acompañados de la “Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”; adicional a que tenemos a nuestro lado a familiares y amigos.

 

Pues bien, Algunas personas deciden adoptar un estilo de vida de «soltería voluntaria», otras son ‘solteras circunstanciales’. Este comentario responde a una pregunta muy común que nos hacen a los solteros que sobrepasan los ‘treinta años’ y que nunca se han casado y no tienen hijos; o aquellos que lucen físicamente jóvenes y que por circunstancias de la vida no están casados, ¿Por qué estás soltero/a?

 

Ciertamente muchos de los que estamos aquí, probablemente hemos tenido una relación de pareja muy difícil que nos marcaron profundamente dejándonos heridas que nos han convertido en personas muy selectivas al momento de reiniciar vida marital. Otros que nunca se han casado tuvieron percances en el camino que no le permitieron llegar a escoger parejas, diciendo algunos: “no encontré o no fui encontrada por la persona correcta para mí”. Y otros hoy día están solteros porque sus parejas se les adelantaron en su viaje a la eternidad.

1 Corintios 9:5 «¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una esposa creyente, así como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas (Pedro)?» El Apóstol Pablo abandonó su derecho de casarse, y vemos que habla de “una esposa creyente”, con esto yo considero que sutilmente nos habla del yugo desigual.

En 1 Corintios 7:25-38 el consejo del Apóstol Pablo especialmente para los solteros, esta es una declaración general que él hace, puesto que según la tradición judía existía una razón muy valiosa para no casarse, y esta era para dedicarse al estudio de la Ley, tan arraigada estaba esta creencia en el corazón de muchos que por ejemplo el Rabí Ben Azzai dijo: «¿Por qué debo casarme? Estoy enamorado de la Ley. Que sean otros los que se encarguen de la supervivencia de la raza humana».

 

Dice 1 Corintios 7:8 «Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo», entiendo que en ese momento la audiencia que recibía este mensaje no estaba casada, a quienes les sugiere permanecer soltero, estatus el apóstol Pablo mantenía en ese momento.

Es bueno acotar que aunque la Biblia no dice claramente que el Apóstol Pablo estuvo casado, su perfil da evidencias claras de que sí lo estuvo casado, y implícitamente deja ver que es viudo, pues hablar de que es soltero. Pero para ser un fariseo y ser miembro del Sanedrín tenía que ser casado, entonces es posible que fuera casado pero su mujer murió.

 

Y es que en su relato en 1 Corintios él espera la Segunda Venida de Cristo como un hecho inminentemente rápido en ese momento, creía el Apóstol, 1 Corintios 7:29 «Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen». Entonces, para él, era menester abandonarlo todo, y solamente agradar a Cristo.

Leemos en 1 Corintios 7:9 «pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando». En la literatura greco-romana no consideraban “la pasión” como algo malo, sin embargo el Apóstol es enfático en cuanto al tema, pues les advierte a los solteros que no jueguen con la tentación, que eviten las situaciones de riesgo que los pueda llevar a la fornicación, a pecar. El Apóstol aboga claramente porque “la pasión” sea consumada únicamente en el matrimonio; y que en caso de la misma visitara el cuerpo de los solteros, sus alternativas sería ejercer el dominio propio o casarse.

Veamos lo que dice el apóstol Pablo en 1 Corintios 7:32 «Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor».

La idea de este verso en el griego es la de estar “sin las preocupaciones que distraigan”. Los judíos consideraban el matrimonio como un deber sagrado al punto de glorificarlo. El Apóstol les dice que lo más importante es agradar a Dios, deleitarse haciendo su voluntad [Salmos 40:8].

La soltería es de gran valor para todos aquellos que puedan vivir así, no obstante lo anterior, podemos ver cómo en la carta de Efesios 5:22-26 Pablo usa el matrimonio como una alegoría de la unión espiritual entre Cristo y Su iglesia (ver gráfica anterior, 7.5.3). Asimismo podemos ver los valiosos consejos que él da a los que están casados; es decir que no debemos pensar que el Apóstol no está considerando que nadie debiera casarse.

Mientras tanto yo abrazo con todo mi corazón lo que dice Isaías 54:5 «Porque tu esposo es tu Hacedor, el SEÑOR de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor es el Santo de Israel, que se llama Dios de toda la tierra».

Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones le sirva a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.

Dios les bendiga,

Sandra Elizabeth Núñez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *