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8.3.5. ¿Por qué las Oraciones No Han Sido Contestadas?

Damas” de mi amada Iglesia de Cristo Ministerios Elim en Rep. Dom., y allí nos reuníamos a orar de forma telefónica a las 5:00 AM, junto a mis amadas hermanas Bélgica Mateo, Magda Pérez, Dimaris Bretón y Daris Lara. ¡Qué tiempos tan hermosos aquellos!

Realmente les puedo decir que para mí es un gran privilegio poder sostener el tiempo más hermoso del día, en íntima comunión con mi Señor; esas horas donde estoy A SOLAS con mi Dios, donde no existen las interrupciones comunes de la cotidianidad de la vida.

En ese tiempo tan especial muy temprano en el día de hoy, donde nada más estábamos mi amado Señor y yo; y lo único que podía escuchar era el silencio de la madrugada y el palpitar de mi corazón esperando el encuentro del Señor hablando a mi vida, llevándome a navegar profundamente en los Salmos 33:20-21 y de Salmos 66:18-20:

«Nuestra alma espera a Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es él. Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado. Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, según esperamos en ti», [Salmos 33:20-22].

«Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado. Mas ciertamente me escuchó Dios; atendió a la voz de mi súplica. Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia», [Salmos 66:18-20].

Mientras meditaba en los Salmos 33 y 66, los cuales nos hablan de ‘Alabanzas al Creador y Preservador’ y ‘Alabanza por los hechos poderosos de Dios’, vino a memoria las muchas oraciones de las cuales no he recibido repuestas de parte de mi Dios, y que aún continuo esperando con fe que Él me responderá ‘si, no o espera no es el tiempo’. Fue entonces que leyendo esos Salmos pude identificar algunas de las razones por las cuales nuestras oraciones NO son contestadas.

Me quedé pensando en la grandeza de mi Dios y en las tantas ocasiones que en mi vida ha dejado de imitarle, siendo así, entonces las veces en las que le fallado, siendo mis grandes anhelos, los cuales le pido en todas mis oraciones:

Señor que para mí sea un deleite el hacer Tu voluntad.

Enséñame a ser como tú.

Quita de mí todo lo que no te agrade

Concede las peticiones de mi corazón acorde a tu Santa y bendita voluntad.

Bien, las Escrituras declaran en Jer 33:3 «Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces»; «Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré» [Jn 14:12-14]. Estos versículos nos aseguran que nuestro Dios escucha y contesta nuestras oraciones. Ahora bien todos pasamos con mucha frecuencia, momentos en los cuales oramos y no vemos repuestas de parte de Dios, entonces pues en esta infografía les presento algunas de las razones por la que esto puede suceder.

Por otra parte, favor de leer los siguientes versículos, que aunque están en la infografías, los presento en otras versiones de la Biblia de esa forma tienen mayor información sobre el tema y nos de mejor comprensión:

Dios dijo: «Yo no pienso como piensan ustedes ni actúo como ustedes actúan. Mis pensamientos y mis acciones están muy por encima de lo que ustedes piensan y hacen: ¡están más altos que los cielos! Les juro que así es», [Is 55:8BLS].

«Porque mis ideas no son como las de ustedes, y mi manera de actuar no es como la suya. Así como el cielo está por encima de la tierra, así también mis ideas y mi manera de actuar están por encima de las de ustedes.” El Señor lo afirma», [Is 55:8-9DHH].

«La confianza que ustedes tienen en Dios es como el oro: así como la calidad del oro se pone a prueba con el fuego, la confianza que ustedes tienen en Dios se pone a prueba con los problemas. Si ustedes pasan la prueba, su confianza será más valiosa que el oro, pues el oro se puede destruir. Así, cuando Jesucristo aparezca, hablará bien de la confianza que ustedes tienen en Dios, porque una confianza que ha pasado por tantas pruebas merece ser alabada», [1 Pe 7:10BLS]  .

Dios les bendiga,

 

Sandra Elizabeth Núñez

 

 

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