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66.01 La Revelación de Jesucristo

Como sabemos Apocalipsis es la traducción de la palabra griega “apocalypsis”, que significa descubrir la cortina o develar algo que está oculto. En inglés el nombre de este libro es “Revelation” que traducido al español significa “revelación”.
Los primeros tres versículos de Apocalipsis son la clave para poder entender los misterios narrados en todos los capítulos de este libro; dichos versículos son reconocidos como la introducción: “la Revelación de Jesucristo”.
Interesantemente, el primer versículo cita la palabra “declaró”, cuya acepción según el diccionario RAE es “Dicho de quien tiene autoridad para ello: Manifestar una decisión sobre el estado o la condición de alguien o algo”. Dios dio la revelación a Jesús; Él mediante su ángel la dio al apóstol Juan, quien había de manifestarla a la Iglesia.
 
Hay dos libros en la Biblia que dicen exactamente para que son, uno es el libro de Proverbios [Prov 1:1-6]; y el otro es el libro de Apocalipsis que tanto al inicio como al final dice:
• «La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la dio a conocer, enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan», [Ap 1:1].
• «Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas; y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, envió a su ángel para mostrar a sus siervos las cosas que pronto han de suceder», [Ap 22:6].
 
El mismo libro en su introducción nos informa que Dios da a su Hijo Jesucristo el poder para que Él quite el velo que oculta el futuro, con el propósito de manifestar esa revelación a Sus siervos, a Sus genuinos creyentes de todos los tiempos. Es decir que la revelación que nos da este libro son los sucesos que ocurrirán entre la primera y la Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo, que por cierto pueden acontecer en cualquier momento; por lo tanto, estemos expectante esperando a nuestro Señor, ¡Su Segunda Venida está cerca!
 
El apóstol Juan dice Apocalipsis 1:2 «que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto». En este contexto “testimonio” es la proclamación cristiana de que conoce la Palabra de Dios. Por otra parte “dar testimonio de Jesucristo“, con esto el apóstol Juan está diciendo que él fue testigo del testimonio de Jesucristo, que fue crucificado, murió y resucitó al tercer día. Tú y yo, como cristianos, al igual que Juan también somos testigos de este mensaje, por lo que debemos presentar este evangelio glorioso, pues «¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?», [Rom 10:14]; siendo el siguiente paso: cumplir con la Gran Comisión «Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo», [Mt 28:19]
 
En el libro de Apocalipsis Dios nos muestra la importancia de que nosotros conozcamos la “escatología”, que es el estudio de los últimos tiempos o el fin de los tiempos, basado en lo que la Escritura enseña acerca de los eventos transcendentales que ocurrirán al final de la historia humana, y que impactarán al universo entero. Estos incluyen la Segunda Venida de Cristo, el Milenio, el Juicio Final, el castigo eterno para los incrédulos, la recompensa eterna para los creyentes, y la vida eterna con Dios en el nuevo cielo y la nueva tierra.
 
En el versículo 3 dice: «Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca». Dios nos da esta hermosa promesa, “bienaventurado”, que viene de la palabra griega “makarios”, que significa dichoso y feliz. Es decir, “serán dichosos y felices:
1) El que lea: el Apocalipsis
2) Los que oyen las palabras de esta profecía: El término “profecía” tiene relación al medio humano, o sea el profeta inspirado, es decir en este caso el Apóstol Juan).
3) Los que guardan las cosas en ellas escritas: «porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados» [Ro 2:13].
4) Y todas bendiciones son dadas por “porque el tiempo está cerca”: Debemos estar expectante porque el rapto o la muerte pueden acontecer en cualquier momento.
 
Amados hermanos, esta “bienaventuranza, quiere decir que debemos estudiar y reconocer el bendito libro de Apocalipsis como una obra de ESPERANZA, en contraste de que algunos lo evitan porque les tienen temor a lo descrito allí. Dios nos ha dado maravillosas promesas cuando estudiemos y guardemos lo que nos dice este libro, ya que el Espíritu Santo no llenará de gozo y paz al leer y descubrir sus revelaciones, pues estaremos seguro de que el Señor Jesucristo regresará como el Rey de reyes y Señor en la victoria final sobre el mal, por lo tanto: «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra», [Salmo 46:10]. Vivamos la vida en abundancia que el Señor nos ha regalado, conociendo todo lo que nos ha revelado en Su Palabra, «Mientras aguardamos la bendita esperanza, es decir, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo», [1 Tito 2:13].
 
Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.
 
Dios les bendiga,
 
Sandra Elizabeth Núñez
 

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