«No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta», [Ro 12:2 NTV].
Una de la misión de nuestro Señor Jesucristo era que todos la personas conocieran a Dios como ‘Padre’, que se reestableciera nuestra comunión con Dios; por eso vemos que nos dice cuando oren digan “Padre Nuestro”.
Cristo dijo «Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra», [Jn 4:34]. La Palabra de Dios nos dice en 1 Tesalonicenses 4:3 (BPD) «La voluntad de Dios es que sean santos, que se abstengan del pecado carnal». Si, hermanos que seamos ‘santos’, pues dice Hebreos 12:14 «Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor».
La palabra ‘santo’ significa ‘apartado; consagrado’. Con esto quereos decir que no somos mejores, somos diferentes. La palabra ‘santo’ representa ‘pureza’.
Ciertamente la acepción de esta palabra muchas veces resulta difícil para ser aplicada al hombre, quien es pecador por naturaleza, pero que hermoso que una vez aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, Dios entra a nuestras vidas para hacernos «Santos».
Nuestro Señor Jesucristo vino a esta tierra para hacer la voluntad del Padre, lo dice Juan 6:38 «Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió». Recordemos el momento mas crucial de Jesús, que fue antes de ir a la cruz, el le dijo al Padre en Lucas 22:42 «diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya».
Y al igual que Cristo nosotros debemos de hacer la voluntad del Padre, eso nos permite tomar las decisiones adecuadas en el momento oportuno.
Sé que tienes el anhelo en tu corazón de hacer la Voluntad de Dios. Sabes, existe algo más grande que hacer la voluntad de Dios, y esto es “deleitarse haciendo la voluntad de Dios”. Hacer con amor todo cuanto le agrada a Él, «hacer Su voluntad», tal como lo hizo Jesús. Permitir que sus promesas se hagan vida en nosotros, sus hijos.
«Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo», [1 Pe 1:15-16 RV60].
«El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón», [Salmos 40:8RV60].
Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito “desde mi perspectiva particular” en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.
Dios les bendiga,
Sandra Elizabeth Núñez
Qué hacer Su voluntad nos sea bueno, agradable y perfecto.