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Este libro habla de la restauración del pueblo de Israel cuando aproximadamente 50,000 judíos regresaron de la cautividad babilónica para reconstruir el templo debido al decreto dado por el Rey Ciro de Persia.

Esdras fue un sacerdote, maestro y reformador espiritual que llevó al pueblo de Israel al arrepentimiento. Este sacerdote dispuso en su corazón cumplir la ley de Dios. El significado de su nombre hace alusión a la necesidad que tiene de Dios, “el Señor es mi ayuda”. Este hombre era descendiente de Hilcías, el sumo sacerdote que encontró una copia de la Ley del señor durante el reinado de Josías, «Entonces el sumo sacerdote Hilcías dijo al escriba Safán: He hallado el libro de la ley en la casa del SEÑOR. E Hilcías dio el libro a Safán, y éste lo leyó», [2 Reyes 22:8].

 

Durante el tiempo que Esdras se mantuvo sin ejercer su oficio de Sacerdote debido a que el templo había sido destruido, se dedicó a estudiar minuciosamente la Palabra de Dios. A este varón de Dios se le atribuye ser el escritor de los libros 1 y 2 de Crónicas, así como también Esdras y Nehemías, por lo que algunos le han dado el nombre de “el segundo Moisés”. De igual forma la tradición sustenta el hecho de que Esdras fue quien reunió los libros del Antiguo Testamento y es el escritor del Salmo 119, siendo este el capítulo más largo de la Biblia, el cual se encuentra ubicado en el mismo centro de la misma, y cuyo tema principal es el estudio de la Palabra de Dios.

Esdra es tipo de Cristo en las funciones que ocupó:

  1. Como Sacerdote [Esdras 7:11] – Cristo, el Gran Sumo Sacerdote [Hebreos 4:14].
  2. Reformador espiritual que llama a Israel al arrepentimiento [Esdras 10] – Jesús, el restaurador guiaba a Israel al arrepentimiento [Mt 4:17].
  3. Dispuso en su corazón cumplir la ley de Dios [Esdras 7:11] – Cristo vino a hacer la voluntad del Padre [Jn 5:19].

Fue un hombre que halló gracia delante del nuevo rey de Persia, Artejerjes quien le concedió todo lo necesario para el embellecimiento de la casa de Dios. Y a leer esto la verdad que mi corazón se regocija de alegría al ver la tremenda esperanza que tenemos todos lo que hemos aceptado a Cristo como nuestro Salvador y que nos acercamos a Él con corazones arrepentidos recibiendo la “restauración” de nuestro ser, éste nuestro cuerpo que es templo de Dios tal como expresa 1 Corintios 3:16 «¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?». Amados hermanos y amigos que hermoso es saber que somos embellecidos con los dones y frutos que el Señor nos regalará, “como parte de la reconstrucción de nuestro templo”, o sea de nuestro ser integral!

Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.

Dios les bendiga,

Sandra Elizabeth Núñez

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