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3.07 Los Doce Defectos (2)

 

Esta ilustración es una continuación de nuestra enseñanza anterior sobre Levítico 21:16-21 por lo que vuelvo a repetirles la introducción antes de pasar a citar los seis defectos restantes para concluir con mis comentarios sobre estos versículos.

Hemos llegado al estudio de unos versículos que leído con el raciocinio, quizás podrían significar nada más prohibiciones dadas por Dios para las personas que estuviera enfermas o que padecieran de impedimentos físicos no les fuera permitido realizar servicio en el Tabernáculo. Pero hermanos debemos leer la Palabra de Dios con entendimiento, y esa ordenanza tiene un tremendísimo significado espiritual.

Primero que nada debemos recordar Dios ordenó que para los sacrificios no se podía utilizar ningún animal «con defecto», así tampoco el sacerdote que iba a ofrecer los oficios en el Tabernáculo podía tener defectos físicos, pues los mismos simbolizan imperfección espiritual.

Asimismo, sabemos que en el Tabernáculo tanto la ofrenda como el sacerdote representan a Cristo, y nuestro amado Señor no tiene ningún defecto. Jesús es nuestro perfecto Sumo Sacerdote, tal como expresa Hebreos 7:26-27 «Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo».

En conclusión, deseo dejar claro el punto de que con los comentarios que hago aquí, los cuales aprendí de muchos eruditos de la fe y los comparto con ustedes porque me uno a esas opiniones; con dichos comentarios no estoy diciendo que los hermanos que tienen defectos físicos o enfermedades están descalificados para servir al Señor en la expansión del reino de los cielos acá en la tierra; de ninguna manera estoy diciendo eso, pues como muchos de ustedes saben soy una persona con condiciones de salud, y no por ello dejo de servir a mi Señor.

Para sustentar lo que expresaré les quiero mencionar lo que dice Romanos 15:4 «Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza».

Pues bien, aclarado todo procedo a iniciar con mis comentarios sobre el significado que tienen los defectos mencionados en los versículos de estudio. Ahora citaré los últimos seis defectos:

  1. Joroba: Esto se refiere a que una persona con espalda deformada no puede llevar la carga del pueblo de Dios, y de eso trata el ministerio, de colaborar llevando cargas. Si bien es cierto que la Palabra dice que en Lucas 9:23 «Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame», es decir “cada cual debe tomar su cruz, su carga”; también la Biblia dice en Romanos 12:15 «Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran», es decir que una de las practicas cristiana de todo creyente es consolar y apoyar en gran medida a los hermanos de la fe, esto es un acto noble y de amor que solamente lo pueden brindar sin joroba espiritual. Pongamos en práctica el cristianismo vivo y permitamos que el Espíritu Santo erradique ese defecto en nosotros, para que así se haga vida lo que dice Gálatas 6:2 «Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo».
  2. Enanismo: Según el diccionario esto es un trastorno del crecimiento, caracterizado por una talla muy inferior a la media de los individuos de la misma edad, especie y raza, y si lo llevamos a concepto espiritual eso se refiere a personas que llevan tiempo siendo cristianos sin embargo no han crecido en su caminar en la fe tal como dice Efesios 4:14-16 «para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor».
  3. Nube en el ojo: Esto nos habla de aquellos que tienen vista limitada debido a que hay punto ciego en la visión que no les permite ver las situaciones que se les presentan en toda su magnitud, llevándonos esto a cometer una serie de pecados o desaciertos que llevan al cansancio y decepción, entonces nuestro Dios nos recuerda que debemos elevar nuestras situaciones ante el trono de la gracia para poder alcanzar misericordia y la respuesta de nuestro Señor, «Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará», [Santiago 4:8-10].
  4. Sarna: Espiritualmente esto nos habla de la desnutrición por no alimentarse de la Palabra de Dios. Mis amados hermanos y amigos, para mí de forma en particular es una delicia comer junto a ustedes de este mana escondido [Apocalipsis 2:17], la Palabra de Dios, la cual en resumen se trata de dos cosas: 1) Amar a Dios sobre todas las cosas y 2) Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Es a través del conocimiento de la Palabra de Dios y poniendo por obra lo que en ella está escrito, que conoceremos a nuestro Dios; obedeceremos Su Palabra y lo amaremos sobre todas las cosas. Así también podremos alcanzar la estatura esperada por nuestro Señor, «hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo», [Efesios 4:13]. En conclusión, nuestra carne estará sana de la sarna espiritual, ya que «Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu», [Ro 8:1].
  5. Empeine: Esto representa a todas las personas que tienen heridas que no han sido totalmente sanadas. Imaginamos cuanto dolor físico nos causan las heridas que aún están abiertas y quizás superando fluidos o hasta sangre tal como expresa. Isaías 1:6 «Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite». En el antiguo oriente se usaba el vino para limpiar las heridas y el aceite para suavizar las pena; el vino es símbolo de la Sangre de Cristo y el aceite es símbolo del Espíritu Santo, así que debemos ser limpiados por la sangre de nuestro Señor Jesús y dejar que el Espíritu Santo ministre nuestras almas, para que dejemos atrás los rencores, traiciones, dolores, ofensas y se haga vida en nosotros lo que dice 2 Corintios 5:17 «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas» y Hebreos 12:15 «Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados».
  6. Testículos magullados: Incapacidad para reproducir [Jer 22:30]. Dios desea que seamos hombres y mujeres fructíferos. Estamos llamados a dar fruto, clamemos al Padre para que en nosotros se evidencie el fruto del Espíritu Santo, citado en Gálatas 5: 16-26, y así podemos cumplir su Palabra siendo de testimonio a muchos para ser atraídos a nuestro Señor Jesús, y cumpliendo así, con la gran comisión «Id haced discípulos» [Mt 28:19] pues con nuestra forma de ser reflejamos a Cristo y muchos anhelaran conocer al Dios de nuestra salvación.

 

Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.

Dios les bendiga,

Sandra Elizabeth Núñez

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