En este libro de “Levítico” podemos ver la continuación de la hermosa historia divina del libro de Éxodo. Israel el pueblo escogido por Dios, iba rumbo a la tierra prometida, pero como nación requerían leyes a fin de mantener una correcta relación con Dios y con el prójimo, en Levítico encontramos un registro de las leyes que en forma verbal Dios le diera a Moisés.
El nombre de este libro, es derivado de la tribu de Leví el tercer hijo de Jacob. Los descendientes de esta tribu fueron los escogidos por Dios para ejercer el servicio en el Tabernáculo, donde visitaba la presencia de Dios.
Moisés y Aarón eran de la tribu de Leví y Dios escogió a Aarón como primer Sumo Sacerdote que ministraría en el Tabernáculo, asimismo escogió a sus hijos para que le acompañaran ejerciendo el servicio de sacerdotes. Esta tribu tenía la responsabilidad ejercer todas las funciones relativas al Tabernáculo: sacrificios, adoración, ofrendas, etc.
Levítico también es el libro donde podemos ver que Dios pone un énfasis especial en la “santidad personal” de Su pueblo, y esto lo hace mostrándoles la esencia de Su ser como “Dios Santo”, e invitando al pueblo a que vivan en santidad, pues en múltiples ocasiones les dice “y seréis santos, porque yo soy santo”, [Lev 11:45].
Dios muestra Su perdón a los pecados del pueblo por medio de la sangre de los sacrificios que estos hacían, de igual modo se restablecía la comunión con Él, no obstante el Padre esperaba que el pueblo siguiera Sus mandamientos para así vivir una vida en santidad.
Por último, también encontramos en Levítico las diferentes “Fiestas” del pueblo de Israel, las cuales tienen hermosas enseñanzas espirituales para la vida de cada creyente.
La lectura de este hermoso libro nos permitirá ver como nuestro amado Señor cumplió con todas las leyes y requisitos espirituales dada por Dios Padre, asimismo nos ayudará a comprender el perfecto sacrificio que hizo el Señor Jesucristo en la Cruz.
Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.
Dios les bendiga,
Sandra Elizabeth Núñez