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36. SOFONÍAS

El profeta Sofonías tenía un linaje real, pues era biznieto de Ezequías, rey de Judá. Su nombre significa “al que Jehová ha escondido”, lo que nos hace inferir que probablemente sus padres tuvieron que esconderlo, pero sobre todo este nombre el relativo con el ministerio de Cristo. 

El mensaje de Sofonías va dirigido al reino del su, Judá; cuyos pecados habían acarreado el juicio divino de Dios, por lo tanto el advirtió al pueblo de la invasión de Nabucodonosor, diciéndole que los días finales estaban cerca; a esto le llamó “El Día del Señor”, descrito como un día terrible de intensa turbación, oscuridad penetrante, densas tinieblas y gran desolación. Muy a pesar de la severidad de Dios por el castigo a la tierra, Sofonías hizo un llamado al arrepentimiento, proclamando así la promesa de salvación, mostrando así el amor inagotable de Dios hacia los suyos, y con ello la esperanza del amoroso refugio para Su remanente fiel.

En definitivas el plan eterno de Dios culmina con el terrible evento llamado «El Día del Señor», y con respecto a ese día dice 1 Tesalonicenses 5:3 «Pues vosotros mismos sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como un ladrón en la noche; que cuando estén diciendo: Paz y seguridad,

entonces la destrucción vendrá sobre ellos repentinamente, como dolores de parto a una mujer que está encinta, y no escaparán».

“El día del Señor” marca el fin de los días del hombre. Este es el evento donde Dios actúa trayendo juicio para tomar control de la tierra, la cual al día de hoy está siendo manejada por el príncipe de las tinieblas tal como dice 1 Juan 5:19 «Sabemos que somos de Dios, y que todo el mundo yace bajo el poder del maligno». 

Amados hermanos y amigos, el mensaje de Sofonías, continua vigente, por lo procedamos a arrepentirnos de nuestros malos caminos y acerquemos a Dios, Él fiel y justo para perdonarnos. Dice Isaías 55:6 «Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano». «Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios», [Hebreos 12:2]

Por último, aferremonos a la esperanza viva, del «arrebatamiento» expresada en 1 Tesalonicenses 4: 15-18 «Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras».

Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones le sirva a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.

Dios les bendiga,

Sandra Elizabeth Núñez

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