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El nombre Mateo quiere decir “regalo del Señor”, y ciertamente de eso trata este maravilloso primer libro de Nuevo Testamento, del regalo que dio Dios a los hombre, a su Hijo Jesucristo tal como dice Juan 3:16 «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna».

Pues Mateo, el escritor de este libro también conocido como Levi, el publicano. Antes de aceptar la invitación de Jesucristo para ser uno de sus discípulos (Mateo 9:9) Mateo se dedicaba al oficio de recaudador de impuestos del gobierno romano, lo cual muestra en la organización del libro, pues a pesar de no estar escrito en orden cronológico mantiene un estilo lógico y conciso. Es interesante hacer notar que mateo presenta a Cristo como “Rey”, si Él realmente es el Rey de reyes y Señor de Señores.

Los lectores que Mateo tenía mayor de interés de captar eran principalmente el pueblo Judío, a quienes intentaba presentar a Jesús como el “Mesías que había sido prometido” y del cual se había profetizado en el Antiguo Testamento; de hecho es el Evangelio que cita más el Antiguo Testamento a fin de demostrar que Jesús dio cumplimiento a todas las profecías dicha por los profetas. Sin embargo, los religiosos de la época, los fariseos y saduceos, a pesar de ser estudiosos de las Escrituras se rehusaron a aceptar a Jesús como el “Mesías”, y propiciaron el escenario para que fuera crucificado.

Las enseñanzas maravillosas que fluyen de la lectura de este libro nos muestran:

  • Mateo registra en detalle el linaje de Jesús desde David.
  • Al Mesías, “el Rey de reyes” nacido de una virgen por obra.
  • del Espíritu Santo
  • Su caminar como siervo, siendo “Dios”.
  • Varios preceptos solemnes que nos motivan a vivir en «santidad».
  • Relata cómo Jesús se despojó de Su divinidad y sin cometer pecado se hizo pecado por nosotros, haciendo así la obra de redención divina, esto es tomar nuestro lugar y morir en la cruz; luego, al tercer día resucitar después de haber vencido la muerte y con ella regalarnos la vida eterna a todos los que lo hemos aceptado como nuestro Salvador personal.
  • El sermón sobre el fin de los tiempos.

Queda pendiente de nuestra parte cumplir con la gran comisión de ‘hacer discípulos’ predicando este evangelio, permitiendo así que otros al igual que nosotros sean partícipes de su Segunda Venida, Su reino milenial y eterno.

Amados hermanos y amigos, si ya lo has leído este libro, te sugiero volverlo a leer y si no lo has hecho, proponte hacerlo de inmediato, pues dice Juan 5:39 «Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí». Si aquí veremos el inicio del ministerio de nuestro Señor Jesucristo y lo conoceremos mejor, de tal manera que seremos impactado por Su gran amor y sacrificio.

«Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente», [Mateo 16:16].

Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones le sirva a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.

Dios les bendiga,

Sandra Elizabeth Núñez

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