Saltar al contenido

Lucas era un médico gentil quien escribió este hermoso Evangelio en un estilo de “narración ordenada”, y en base a relatos de testigos presenciales. Asimismo su vocabulario, la composición de la narrativa en un excelente griego y su estilo, indican que era un hombre culto.

Fue compañero de viajes del Apóstol Pablo, algunas referencias sobre él se encuentran en Colosenses 4:13-14; 2da. Timoteo 4:11 y Filemón 24.

Es interesante destacar que este Evangelio fue dedicado a “Teófilo”, nombre que significa “amigo de Dios”. Probablemente Teófilo fue un gentil de alta posición social (le decía “excelentísimo”), quien se había convertido al cristianismo.

Provee muchos detalles precisos en los relatos médicos descritos aquí, entre ellos el nacimiento virginal de Jesús y Su sufrimiento camino a la cruz. Muchos eruditos comentan que «Lucas uso más términos médicos que Hipócrates, el padre de la medicina.»

En contraste con los demás Evangelios, hace narraciones que los otros omiten, entre ellas dos de las parábolas más reconocidas, la de “El hijo pródigo” y “El buen samaritano”, así como la infancia de Jesús.

Lucas hace énfasis en la humanidad, pacto y redención de nuestro Señor Jesús. Como ser humano lo presenta como “un ser perfecto, lleno del Espíritu Santo y totalmente obediente a Dios”. De igual modo destaca la compasión de Jesús por los oprimidos y marginados. Este hermoso Evangelio concluye con la promesa del Espíritu Santo.

Trataré hacer unas cuantas infografías de este libro a fin de poder compartirles algunas de las enseñanzas relatadas en este maravilloso Evangelio, por lo que desde ya elevo mi oración al Padre para que las mismas reflejen con exactitud lo que dice las sagradas Escrituras y para que cuando ustedes las reciban se motiven a estudiar este libro en búsqueda de saciar el hambre que tienen de la Palabra de Dios, de forma tal que el Espíritu Santo nos ilumine a todos para que podamos entender las revelación de las profundidades expresadas en la Biblia, poner por obra lo aprendido y luego discipular a otros. Te lo pido Padre en el nombre de Jesús.

Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones le sirva a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.

Dios les bendiga,

Sandra Elizabeth Núñez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *