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46.07 La Ira de Dios Contra la Injusticia (4)

Con esta infografía basada en Romanos 1:30-32 completa la lista de los 21 pecados presentados por el Apóstol Pablo en Romanos 1:18-32, los cuales describen como desde el inicio de la creación el hombre se ha revelado completamente contra Dios, por lo que Él los entregó a padecer las consecuencias de sus propias decisiones.

Al leer estos versículos nos damos cuenta que en innumerables ocasiones ese tiende a ser el estilo de vida del hombre moderno, quien al igual que ayer hoy su corazón constantemente maquina lo malo, desobedeciendo así los mandatos divinos dados por Dios, y manteniendo una actitud orientada a la depravación humana. En fin, el hombre ha decidido rechazar el conocimiento de Dios y prefiere vivir en tinieblas, inclinándose ante la maldad; bien dice el Salmo 10:4 «El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos».

 

Pues bien, la Palabra de Dios deja claro que el fracaso moral del hombre nunca podrá ser justificado por una supuesta ‘ignorancia’, ya que Dios se le ha revelado al hombre en sus diferentes manifestaciones:

1) Dios Creador se le ha revelado en la naturaleza:

Con solo ver la naturaleza el ser humano inmediatamente se pregunta en su corazón, ¿Quién creó todo esto? Le embarga el asombro por tanto despliegue de belleza, sabiduría, poder, exactitud, maravilla, orden, etc. Esa revelación es mencionada en innumerables versículos del Antiguo Testamento, siendo algunos de ellos:

  • «En el principio creó Dios los cielos y la tierra», ([Génesis 1:1].
  • «Los cielos proclaman la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de Sus manos», [Salmos 19:1].
  • «Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa», [Romanos 1:19-20].

2) Dios Todopoderoso se le revelado en Su Palabra, la Biblia:

  • «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra», [2 Tito 3:16-17].

3) Dios Santo se le ha revelado en la conciencia [Romanos 2:14-15]:

La conciencia nos indica la diferencia entre lo bueno y lo malo. Dios nos manda a ser santo, tal como Él es, y en nuestro caso ‘ser santo’ significa estar apartado para Él. Veamos:

  • «sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo», [1 Pedro 1:15-16].
  • «Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio», [Romanos 2:14-16].

4) En la Ley escrita con Su dedo y entregada a Su pueblo por medio de Moisés:

Los deberes del hombres plasmados en los Diez Mandamientos [Éxodo 20] dados al hombre por nuestro Dios y Señor, de los cuales los primeros cuatro mandamientos hablan sobre nuestra relación con Dios y los último seis tratan sobre la relación con nuestro prójimo. Con respecto a este punto deseo citar un comentario que leí en el libro ‘Bases Bíblicas de Ética’ (Giles, pag. 46):

“Los Diez Mandamientos contienen un sumario de los deberes de los seres humanos en su relación con Dios y con el prójimo. En todos los pasos hacia la justicia que la jurisprudencia ha podido avanzar, no han superado estos diez principios. Las culturas más sencillas tanto como las más complejas todas han comenzado con estos principios sencillos para gobernarse y vivir en paz. Por eso nos conviene considerar estos mandamientos”.

5) Mediante nuestro Señor Jesucristo:

La revelación de Dios llega a su total plenitud en Cristo. ¡Qué gran bendición hermanos y amigos!  «sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios», [1 Pedro 1:18-21].

Visto las diferentes maneras en las cuales Dios se ha revelado al hombre en la Palabra, entonces éste lo reconoce con entendimiento del ‘juicio de Dios’. Vuelvo a comentarles lo que ya les había dicho, que lastimosamente esa misma condición la nación en los tiempos del Apóstol Pablo, es la misma situación en la que se encuentra la tierra en el día de hoy. Clamemos a Dios para que nosotros podamos vivir haciendo con agrado Su voluntad, «Porque escrito está: «SEAN SANTOS, PORQUE YO SOY SANTO», [1 Pedro 1:16].

Es bueno destacar que muchos eligen continuar en sus vidas depravadas a sabiendas de que tal comportamiento merece el castigo divino; se complacen con los que tienen una vida miserable y repleta de maldad, dando su aprobación a tales hechos perversos sobre los cuales caerá la ira de Dios, tal como expresa Romanos 1:18 «Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad».

Mis amados hermanos y amigos, concluyo diciendo es bueno considerar que si pensamos en la condición del hombre descrita en Romanos 1:18-32, con el estilo de vida del hombre de hoy día, podemos ver la enorme similitud. Pero definitivamente que el hombre tiene vida nueva en Cristo y cuando lo aceptamos como nuestro Señor y Salvador podemos vestirnos de santidad, «Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia», [Romanos 8:10]. Y entonces recordemos lo que dice Romanos 1:17 «Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá».

Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones le sirva a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.

Dios les bendiga,

Sandra Elizabeth Núñez

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