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Esta historia inicia en Moab pueblo pagano, en los días que gobernaban los Jueces. Elimelec decide emigrar junto a su familia, hasta Moab debido a los tiempos de hambruna que azotaba Belén.

Primero veamos el significado de los nombres de los protagonistas de este relato, ya que esto no dará un mejor entendimiento del mismo:

Moab: Mundo – satanás; Belén: Casa del pan; Alimelec: Ser Ídolo, mi dios es rey; Noemí: Placentera; Mahlon: Enfermo; Queleon: Destrucción; Rut: Amiga; Orfa: Espalda/Indomable.

Contando la historia desde mí perspectiva y tomando como punto de referencia los nombres, tenemos que:

Noemí, mujer placentera, quien había conocido al Dios verdadero, vivía junto a su familia en Belén, la casa del pan, tierra de bendición, no de desierto. Su marido toma la decisión de llevarles a vivir a Moab, al mundo.

Movido quizás por el orgullo, pues su condición económica iba a cambiar y el que era un hombre amador de sí mismo, no quería vivir los tiempos de escasez de Belén. Este período de prueba Elimilec no lo soportó. Asumo que su marido entendió que la escasez era mucho mayor de la realidad, pues Noemí dice en Rut 1:21 «Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías… ».

Continuando con mi versión Elimelec el ídolo tomó la decisión de partir, ideó un plan y lo puso en marcha, podríamos decir que esta fue la “familia pródigo”, pues ciertamente no leemos en el relato que Elimelec consultara con Dios si debía hasta Moab y si era Su voluntad; y quizás tampoco lo consultó con la familia, ya que su forma de ser y la época en que aconteció no se lo permitirían.

El fin es que Alimelec murió estando en Moab (el mundo) y se quedó Noemí, la placentera, sola con sus hijos, uno que era enfermizo y otro destructor, es decir uno que era quizás discapacitado y el otro que todo lo que tocaba lo dañaba. Estos jóvenes se casaron con dos mujeres de Moab, uno su esposa era una mujer fuerte e indomable y el otro tuvo una mujer con un corazón precioso, una amiga incondicional. Luego cuenta el relato que los hijos también murieron, dejando entonces tres viudas.

Bueno Noemí decide volver a su tierra a Belén e invita a sus nueras a ir con ellas, pero luego lo piensa mejor entonces les sugiere que regresen a su ciudad y a sus ídolos, puesto que en Belén vivían los israelitas quienes tenían prohibido casarse con extranjeras, por lo que esas mujeres jóvenes permanecerían viudas y sin descendientes. Pero Rut determinantemente decide quedarse con Noemí, sin importarle que fuera maltratada en Belén, o que pasara pobreza.

Pues bien, Rut necesitaba un “redentor” que la compre de manera tal que se casara con ella y así pudiese tener descendiente de su esposo muerto.

Me quiero detener a explicarle que es un redentor o en hebreo ‘goel’, aunque ya hemos visto ese término en los libros de Levítico 25:25, 48 y Deuteronomio. Recordemos que si un israelita había adquirido una deuda que no podía pagar o había vendido una propiedad que no podía comprar de nuevo, o se había vendido asimismo para ser esclavo; entonces solamente un pariente cercano podía redimirlo (comprar de nuevo) pagando el precio requerido por el propietario actual.

Ocurrió que apareció un pariente redentor pero no quiso redimir a Rut dando por justificación “que no quería dañar su heredad”, por lo que le cedió sus derechos a Booz y allí se nos presenta una tierna historia de amor. Pues bien, Booz se casa con Rut y ella le da un hijo, quien sería el abuelo de David.

Desde punto de vista espiritual este libro nos da hermosas enseñanzas, entre ellas:

  • Booz como tipo de Cristo se convierte en el pariente redentor. Jesús nos redimió a nosotros, comprándonos a precio de sangre y hoy somos hijos de Dios por adopción y coherederos juntamente con Cristo, «en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia», [Efesios 1:7].
  • Rut nos muestra que el plan redentor se extendía de los judíos a los gentiles, «Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos», [Ro 11:11].
  • Rut le dice a Noemí que donde ella muera Rut será sepultada y esto nos habla de su esperanza en la resurrección, la cual no le era brindada por la religión e idolatría practicada en Moab. «Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá», [Jn 11:25].

Mis amados hermanos y amigo, Cristo se hizo nuestro Pariente-Redentor al ser como nosotros tal como lo expone Gálatas 4:5 «para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos» y Hebreos 2:14-15 «Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre».

Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.

Dios les bendiga,

Sandra Elizabeth Núñez

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