Saltar al contenido

8.2 LA VOLUNTAD DE DIOS

Dice ‘Romanos 12:2’: «No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta». Para mejor comprensión de este versículo, el cual es objeto de mis comentarios; leamos, el versículo anterior a fin de poder contextualizar de manera clara lo que nos dice la Palabra de Dios, por supuesto enfocándonos en el mensaje central y sus implicaciones prácticas para el día de hoy:

«Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Ésa es la verdadera forma de adorarlo», [Ro 12:1].

En ese versículo esta claramente dicho el deseo de nuestro Dios, y es que entreguemos nuestros cuerpos, o sea a nosotros mismo, como un sacrificio vivo. Él anhela que nos ofrezcamos por completo para que iniciemos el proceso de renovación, de transformación de nuestra mente, de manera tal que podamos obedecerle a Él, vivir acorde a Sus preceptos, y así poder conocer cuál es ‘Su Voluntad’.

Pues bien, recordemos que en el Antiguo Testamento cuando el sacerdote sacrificaba un animal, sus pedazos eran colocados en el ‘Altar de Sacrificio’, ahora la Biblia nos dice que en este tiempo el cuerpo a sacrificar es el ‘nuestro’, sí amados hermanos, el de cada uno de nosotros; y esto nos habla de rendir ‘nuestra voluntad’, es decir de consagrarnos para Dios. ‘Ser un sacrificio vivo y santo’ es someternos a un proceso transformador de santificación, a través de ser imitadores de Cristo, de la práctica del ‘Discipulado’.

Y es que una vez conocemos a nuestro Señor Jesucristo se debe iniciar el viaje hacia el cambio de vida, «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es ; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas», [2 Co 5:17]. Asimismo, a medida que escudriñamos la Palabra de Dios nuestra mente es renovada, y solamente cuando eso ocurra aprenderemos a conocer ‘la voluntad de Dios’.

Con esta introducción doy inicio al tema que estaré estudiando en mi tiempo devocional personal y el cual estaré compartiendo con ustedes durante las próximas semanas: “La Voluntad de Dios”; la cual clamamos a Dios que aprendamos a conocer, pues sabemos que nuestro amado Señor y Dios tiene un ‘plan para cada uno de nosotros’ y Él nos guía hacia ese plan, Su voluntad -que es buena, agradable y perfecta-, a través de Su Palabra”. (Favor leer los versículos de la infografía). 

Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.

Dios les bendiga,

 

Sandra Elizabeth Núñez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *