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1.02 Caín y Abel

 

El capítulo 4 inicia relatando la consumación del matrimonio de Adán y Eva y su constitución como primera familia. Es bueno hacer notar que a través del Antiguo Testamento serán muchísimas las ocasiones en que encontraremos la palabra “conoció” cuando hace referencia al acercamiento de un hombre a una mujer, siendo ésta una forma decorosa de expresar que “tuvo relaciones sexuales”. Asimismo en muchas ocasiones también se menciona “conoció y dio a luz a (el nombre del bebé)». Ante esa situación se cree que Caín y Abel eran mellizos, puesto que solamente se menciona una vez la ocasión en la cual Adán “conoció” a Eva.

Es conveniente hacerles saber que los nombres propios en la Biblia tiene significado, el cual puede corresponder a identidad, función, ministerio, etc. En este caso Caín significa “una posesión” y Abel significa “Vanidad”.

Tanto Caín como Abel fueron instruidos por sus padres en el conocimiento de Dios, puesto que ellos fueron a “presentar ofrenda a Jehová”, es decir sabían de la existencia de Dios y también que tenían que rendirle honor y reverencia. Lo anterior nos lleva a pensar que después de la caída Dios mandó a Adán a ofrecer sacrificio derramando la sangre de animales, simbolizando esto al Redentor, Jesús, que un día habría de venir, tal como Dios los prometió en Génesis 3:15, y que trasladó eso a sus hijos; para esto me baso en los siguientes versículos:

• «Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella» (Hebreos 11:4).
• «Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión» (Hebreos 9:22).

La Biblia no relata la razón específica por la cual Dios aceptó la ofrenda de Abel y la de Caín no, pero si leemos a fondo y escudriñamos las Escrituras podemos tener una idea de posibles razones, y hacer algunas asunciones que nos servirían de edificación, por ejemplo:

1. Adán le había dicho a sus hijos que ofrendaran a Dios animales porque era necesario el derramamiento de sangre. Abel siguió las indicaciones de su padre pero Caín no, ofrendó a la manera que él lo consideró mejor, mostrando esto su incredulidad y orgullo.

2. Dice la Biblia que “Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda”, no obstante dice que Abel trajo “de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas”. Esto me hace ver que hubo una diferencia en las ofrendas, la de Abel fue seleccionada con cuidado y era de suma excelencia, en cambio la de Caín no se describe como algo especial.

3. La expresión “mirar con agrado” en hebreo significa mirar algo de una forma penetrante lo que puede ser traducido como “inflamar en fuego”, es decir la ofrenda fue consumida en fuego y de esa forma ambos hermanos se dieron cuenta cual ofrenda agradó a Dios. (Jueces 13:20) «Porque aconteció que cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el ángel de Jehová subió en la llama del altar ante los ojos de Manoa y de su mujer, los cuales se postraron en tierra».

4. Otro punto importantísimo a destacar es el hecho la expresión “no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya”. Al momento de presentar la ofrenda Dios mira primero el corazón de la persona y luego a la ofrenda. Caín se acercó con un corazón orgulloso porque todo lo hizo a su manera, además que unos versículos más adelante denota su carácter y actitud, es decir el fruto del pecado, pues se revela contra Dios y mata a su hermano. «¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré», (Judas 1:11).

Al leer: Génesis 4:6-7 «Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él». En fin, Dios disuadió a Caín de su pecado, para que cambiara de actitud y presentara la ofrenda de forma correcta, pero él no hizo caso. Se llenó de celos, odio y venganza contra Abel, premeditó todo, y lo mató. Este es el primer asesinato de la Biblia, dejándonos ver con esto que Caín era malo, y que fue esa la razón por la cual Dios no aceptó su ofrenda «No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas» (1 Juan 3:12).

«Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?» (Génesis 4:9) Caín le mintió a Dios y hasta se justificó diciéndole que él no tenía por qué saber. ¡Qué tremendo! En ningún momento Caín mostró un ápice de arrepentimiento. Caín creía que no había ninguna evidencia de su homicidio, bien dice Mateo 10:26 «Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse».

Dios sabía todo lo que había sucedido, le hizo la pregunta para probar el corazón de Caín quien olvidó que estaba hablando con su Creador, con Dios Todopoderoso, «Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta» (Hebreos 4:13). Así que Dios le deja saber a Caín que la sangre de su hermano le clamaba por justicia e inmediatamente dicta la sentencia:
• Lo maldijo en la tierra
• Cuando él trabaje seria en vano, pues la tierra no le daría fruto
• Sería un vagabundo, desterrado al exilio

Caín consideró muy grande el castigo impuesto, contrario a Adán, quien cuando pecó quien aceptó el juicio de Dios sin ninguna objeción. «Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará» (Génesis 4:13-14). Ante la respuesta que Dios le dio, asumo que consideró la queja como una oración, mostrando nuestro Dios que los pecadores debemos orar para alcanzar misericordia, ya que Dios puso una señal en Caín para que no lo matasen, la Biblia no dice cuál fue la señal, sin embargo sabemos que la misma siempre le recordaría a Caín su pecado y le daba la certeza de que Dios le protegía de todos los enemigos.

Esta historia concluye diciendo que Caín fue enviado a vivir a una tierra aún más lejos del Edén, fue a vivir a Nod, nombre que significa estremecer, vagabundo, del temblor; representando esto espiritualmente la vida que este hombre llevaría, ya que viviría en una tierra donde no habría reposo ni paz, pues viviría apartado de Dios.

Mis amados amigos hermanos, Caín y Abel representan los dos tipos de adoradores de hoy día:

• El primer grupo son aquellos que han endurecido su corazón y viven de acuerdo a su propia voluntad y no a la de Dios, viven apartados de Dios. Entre ellos hay muchos que dicen creer en Dios pero con sus hechos lo niegan, o sea dicen ser creyentes pero a su manera, bajo sus propias normas, no bajo los preceptos divinos establecidos por Dios.

• El otro grupo está compuesto por aquellos que aman a Dios y tiene un corazón conforme a Él. Gente que practican lo que dice Juan 4:23-24 «Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren». Nuestro anhelo es siempre pertenecer a este grupo.

Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito ‘desde mi perspectiva particular’ en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones le sirva a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.

Dios les bendiga,

Sandra Elizabeth Núñez

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