7.3.7 La Puerta del Lugar Santo

Como sabemos cada parte del Tabernáculo debía recordar la presencia divina de Dios sobre Su pueblo y por ende llevar al pueblo a una relación de intimidad con su Creador. Dios anhelaba habitar en medio de Su pueblo, por eso dio instrucciones para la construcción del Tabernáculo, símbolo del plan de Dios para la restauración del hombre, [Ex 25:8].

Pues bien, anteriormente vimos que la puerta de entrada al ‘Atrio’ se llama ‘El Camino’. No debemos ser cristianos que se conforman con estar en el Atrio, en el patio exterior, debemos anhelar avanzar en nuestro viaje cristiano y llegar al ‘Lugar Santo’, es por eso que en esta ocasión hablaremos de ‘la Puerta’ que daba paso para entrar a ese lugar, la cual se llama ‘La Verdad’. Dentro del ‘Lugar Santo’ había ‘revelación de la verdad’, «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí», [Jn 14:6]. Los muebles ubicados en ese lugar muestran ‘la verdad’, de eso hablaré más adelante.

Anteriormente había hablado sobre la puerta del Atrio, llamada ‘el Camino’, el entrar en ese lugar es símbolo de haber aceptado a Jesús como nuestro Salvador, una vez eso acontece nuestro próximo paso es conocer Su Palabra, ‘la Verdad’. Simbólicamente y refiriéndonos al Tabernáculo, se llega a ‘la Verdad’ una vez se atraviesa la puerta colgante o cortina que se encuentra en el ‘Lugar Santo’, esa puerta lleva por nombre ‘la Verdad’, la cual está compuesta de una cortina de lino sostenida por 5 columnas. Les voy a comentar un poco sobre esto:

Puerta colgante:

1. Esta cortina estaba hecha de lino fino, lo que nos habla de que debemos tener la justicia de Dios forjando nuestras vidas [Ap 19:8].

2. Color azul: Vivir en obediencia a la Palabra de Dios [Num 15:38-39], la cual cuando penetra en nuestros corazones y la ponemos por obra, nos santifica [1 Pe 1:15-16].
3. Color púrpura: Nos habla de realeza, Cristo es el Rey [Mt 27:11]. En nuestro caminar en la fe, la victoria que vamos a lograr por la gracia de Dios, pues debemos recordar que Cristo nos hizo ‘reyes y sacerdotes’ y prontamente gobernaremos juntamente con Él, [Apocalipsis 1:6].
4. Color carmesí: Nos habla del ministerio sacerdotal; hay que ser sacerdote para entrar allí y Él nos hizo sacerdote, tal como expresa Apocalipsis 1:6. También éste color nos habla de la Sangre de Cristo quien se ofreció como sacrificio por nosotros, y de esa manera, Su sangre nos redimió de pecado, y al aceptarlo como nuestro Salvador nos ha hecho hijo de Dios por adopción [Rom 5:17; Gal 4:5].
5. Color blanco: Este nos habla de la ‘perfección de Cristo, el Cordero puro y sin mancha’. Vivir apartados para Cristo, a fin de: «hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo», [Efesios 4:13].

Las cinco Columnas estaban construidas con:

1. Madera de acacia: madera resistente que no se podría, incorruptible. La madera representa la carne, y solamente Cristo cuando estuvo entre nosotros como ‘hombre’ fue incorruptible.

1. Oro: Estaban revistadas de oro, esto nos habla de la divinidad de Cristo.
2. Bronce: Eran sostenidas sobre basa de bronce, lo cual nos habla del sufrimiento de Cristo.
3. Número 5: nos habla de ‘gracia’ siendo solamente por la gracia de Dios que podemos entrar al Lugar Santo, [Heb 6:1-3].
4. Estas columnas están relacionadas con las cualidades que necesitamos como creyentes para pasar al Lugar Santo y ministrar allí, las cuales están asociadas a ‘las cinco ofrendas’ que eran ofrecidas sobre el altar del sacrificio y que representan experiencias espirituales en nuestras vidas. Expondremos el tema de las ofrendas en nuestra próxima ilustración.
5. Las cinco columnas simbolizan los cincos ministerios sobre los cuales está sostenida la iglesia, siendo estos: Apóstol, Profeta, Evangelista, Pastores y Maestros [Efesios 4:11-13]. De esto hablaremos más adelante.

Deseo finalizar recordándoles, como les he dicho anteriormente, que estos comentarios o anotaciones los emito “desde mi perspectiva particular” en apego a los conocimientos propios obtenidos por mi estudio devocional de las Escrituras, la revelación del Espíritu Santo, así como por las enseñanzas compartidas por hombres eruditos de la Palabra de Dios. Por lo tanto, espero que mis anotaciones les sirvan a usted para continuar con sus lecturas propias de las Escrituras, las cuales sean transformadas en ‘escudriñar con gozo los tesoros que se encuentran en la Biblia, la Palabra de Dios’, de manera que también pueda identificar y ofrecer una aplicación especial y personal a su vida y así ser saciado del manjar que el Señor nos brinda en Su santa y bendita Palabra.

Dios les bendiga,

Sandra Elizabeth Núñez